Como todos los años
sobre el mes de octubre, el modesto y pequeño grupo fotográfico al que
pertenezco, realiza una salida de todo un día completo para compartir nuestra afición
y olvidarnos por unas horas de problemas laborales y familiares.
Este año toco la
ciudad de Tarragona, en la que yo personalmente nunca había estado. El dia tuvo
un poco de todo y la combinación de nubes y un cielo en ocasiones azul por
completo, nos ofreció un buen acompañamiento para componer alguna buena imagen.
Como siempre, al
menos a mi es lo que a mí me pasa, la primera vez que visitas un nuevo lugar no
eres capaz de sacarle todo el partido fotográfico que se esconde en el. Espero
que en una nueva visita a la ciudad, consiga sacar imágenes que seguro están escondidas
en sus calles y que en esta ocasión se me han pasado por alto.
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